INGENIERA DRA. ALIA KHAN SE ADJUDICA PRIMERA BECA FULBRIGHT DE ASTRONOMÍA Y ESTUDIOS ANTÁRTICOS

 

Por primera vez en la historia de Becas Fulbright, a nivel mundial, es adjudicada la Beca de Astronomía y Estudios Antárticos. Esta se otorgó a la Dra. Lauren Khan, científica e investigadora de la Universidad de Colorado, Boulder, en el área de las Ciencias Medioambientales o Biogeociencias. Su especialización versa en torno a la contaminación de las aguas, nieve y glaciares y la biogeoquímica, aerosoles y cambio climático en la Antártica.

El título de su proyecto de investigación versa en torno al : “Carbón negro y algas de nieve: una comparación entre impurezas en la nieve/hielo en la Península Antártica”, y durará tres meses, a desarrollarse en dos etapas distintas. En resumen, la Dra Khan plantea que en los últimos 50 años la Península Antártica ha experimentado un gran calentamiento local por lo que es considerada una de las regiones que con mayor rapidez ha sufrido del cambio climático en el planeta.

En reunión con el Director Ejecutivo de Fulbright Chile, Antonio Campaña y Mason Taylor, encargado de becarios estadounidenses, la Dra Khan se refirió a las expectativas en torno a su investigación y estadía en Chile, la cual se prolongará por un trimestre en total. Expresó que estudios recientes han identificado grandes variaciones en la biología y territorio de la Península Antártica, lo cual ha dado cuenta de una “Antártica más verdosa”. Ello por cuanto se ha planteado a nivel científico que una menor vegetación da como resultado un mayor “albedo de la superficie” ( reflejo) y polvo, que pueden afectar tanto al clima a escala local como mundial.

La investigación que llevará adelante la Dra Khan, desde el Instituto Chileno Antártico, buscará cuantificar las impurezas en la nieve y el hielo – como las algas de nieve y el carbón negro – que están provocando mayores deshielos. En comparación con el Ártico, las algas de nieve en la Antártica no han sido suficientemente estudiadas. Se requiere, por tanto, investigar directamente en terreno las especies de algas allí presentes y, al mismo tiempo, desarrollar algoritmos específicos para determinar las tendencias del pasado y continuar su monitoreo futuro, a lo largo de un mayor espacio de tiempo y de investigación.